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miércoles, 3 de septiembre de 2008

Consumismo sentimental



Consumistas de almas son aquellos cuyo interior no es más que vacuidad y buscan desesperadamente llenarla, sin lograrlo nunca. Para ello no dudan en disfrazar su frívola existencia con supuestos sentimientos profundos y vehementes pasiones, de esos que queman el alma de los que tocan. Pero no es más que un parche pasajero para calmar las ansias de plenitud. El dilema estriba en que ese parche no es otra cosa que un ser humano, alguien que en ningún momento es consciente de que está siendo cosificado. De que sus sentimientos, su alma, su entrega, su dedicación, su pasión, sus quebraderos de cabeza… no son más que simples divertimentos. La persona es un juego que por la novedad que implica despierta el interés del consumista. No obstante esto tiene una consecuencia evidente, todo buen consumista se cansa pronto de lo que tiene cuando lo ha usado lo suficiente, va en busca de nuevos objetos, novedades, y arrincona lo anterior en un viejo baúl o lo que es aún peor se deshace de ello.

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