Te extraño

El dolor de tu ausencia hace que mi cabeza se estrelle contra la pared una y otra vez hasta desparramar mis sesos. No hay nada que pueda hacer para que vuelvas a mí, para escuchar tu voz y tus palabras. Para recobrar quienes fuimos cuando recorríamos las calles del Albayzín. Fui objeto de deseo mientras estuve expuesto en el escaparate, inaccesible a ti; y a ahora estoy en una triste caja de cartón porque no luzco en tus noches de alegría. Has olvidado los atardeceres en mares murgitanos y en aguas del Guadiana, la paz de la penumbra tras el almuerzo y cómo cada centímetro de mi piel se hizo tuyo entre tus manos. Ya no te importo, no soy más que un mal recuerdo del que librarte. Lamento haberme entregado, haberte querido si ahora solo me acompaña una ausencia tuya tan tangible que se instala a mi lado en cada momento de soledad. Te extraño...