¿De qué material es el estilo con que se escriben los sueños? Azaroso sino es el que te define. Llevo meses, años, siglos... intentando desentrañar qué escondes. Con mi pulido bisturí voy sajándote, escudriñando en esos tintes oscuros, de los que a veces haces gala, y en esos luminosos días; tan certeros, tan lejanos, tan amargos de dulces que han sido cuando se convierten en pretéritos. Desollo mis manos en ti, buscándote un porqué (ni siquiera magno y elocuente), sólo un parvo motivo que me convenza de nuevo. Una opinión inestable que me devuelva mi falta de cordura, para recorrer de nuevo en ti las inabarcables estepas que atesoras. Lograr levantar en ti esos cimientos que tanto suponen pero que nada significan, puesto que tú, huracanada, los derribas, como si quisquillosa te resultasen incómodos semejantes abalorios. Eres efímera como la belleza del canto del cisne en los estertores de la expiración. Y te vuelvo a preguntar, a ti, que te limitas a responder con silencio, terca en tu presente ausencia; ¿de qué material es el estilo con que se escriben los sueños?
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