Durante el siglo XIX miles de europeos arañaron con sus uñas la roña del poder de empresarios y gobiernos, a fin de reclamar sus derechos. Ahora Europa ha dado un giro hacia la derecha con posturas más propias del siglo XIX que del momento que nos ha tocado vivir: defienden la ampliación de la jornada laboral a 65 horas, previo acuerdo de empresario y trabajador. Esto me plantea una serie de dudas en lo que la situación de España se refiere:
- Nuestros Gobiernos, sean del signo que sean, se bajan siempre los pantalones ante Europa, en esta ocasión, ¿defenderán los derechos de los trabajadores?
- En un país como España, en el que la legislación de trabajo no se cumple (gente trabajando sin contrato, alto índice de siniestralidad, la inexistencia de inspecciones, trabajar más horas de las cotizadas, etc...), esta medida puede suponer un argumento legal para que los trabajadores sean obligados a trabajar por los empresarios hasta la extenuación.
- Una vez que se apruebe la medida, ¿el Estado español la aplicará sin tener en cuenta que es un retroceso en los derechos de los trabajadores, hacia el siglo XIX, en el que los trabajadores no tenían derechos?
Muy a mi pesar, sólo veo una postura viable: votar al cualquier partido que sea antieuropeo. Lamentable es el hecho de que España se haya abstenido en la votación, en lugar de votar en contra, porque los que les dan de comer a los políticos son los ciudadanos, y nos representan. Es una lástima que olviden dónde reside la soberanía en los regímenes democráticos.
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