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martes, 1 de abril de 2008

Familias de hecho y de des-hecho


La diferencia principal entre los familiares y los amigos, está en que los amigos se eligen, la familia no. No pedimos venir a este mundo en una determinada familia. Pero si elegimos a nuestras parejas y a nuestros amigos. En estos últimos la vida sonríe a menudo, pues si se sabe mirar con detenimiento es posible apreciar cuán hermosas son algunas de las personas que nos rodean. Hay personas buenas, que sin recibir nada a cambio, te cuidan, te miman y están ahí siempre que se los necesita. En ocasiones, cuando la vida pierde momentáneamente su sentido, alguien aparece a las dos de la mañana y duerme contigo; personas que en ciudades lejanas en otros continentes conversan contigo hasta las tantas de la madrugada al frente de una iglesia; que comparten cafés interminables en una mesa en la que el cenicero rebosa colillas dentro de una nube de humo envolvente... Son testigos de tus lágrimas y tus alegrías. Se forja un solaje basado en compartir vivencias, recuerdos, dolores propios y ajenos, luchas internas... Te brindan la posibilidad de forjar relaciones que nada tienen que envidiarle al cualquier lazo de sangre. El lenguaje es pobre para poder expresar con palabras lo que supone tener a seres así en la existencia propia. Y a vosotros os digo: gracias.

1 comentario:

Violeta dijo...

Te observo mientras duermes y me preocupa qué puedas soñar... qué puedas sentir a lo largo del día y calles, me da miedo que no pueda ayudarte...
Con toda tu vehemencia eres un regalo en mi vida. Estoy aquí porque el amor que nos une es inquebrantable, porque iría una y mil veces a tu casa a las dos de la mañana para que llorases conmigo, para que te sintieses arropado. Y aunque a lo largo de mi vida haya puesto en tela de juicio la amistad, contigo sé que existe. Anímate!